MACACO



Me dijo la tendera ayer
sonríe, limpia las penas
que lo que hay entre los pasos que tú planeas
hay va una vida entera.

Cosas que hacen que la vida merezca la pena

* Un abrazo...

* Un día de invierno lluvioso con la manta en el sofá acurrucada el lado de alguien...

* Un beso bajo la lluvia...

* La sonrisa de un amigo...

* La risa de un niño...

* Mi sobrino...

* Las palabras sinceras que salen del corazón...

* La playa en invierno...

* La llamada de telefono de alguien que hacía mucho no hablaba...

* Los minutos que dedico a mi misma...

* Las horas que dedico a los demás...

* Los dias que me dedican a mi...

* Un mensaje cariñoso...

* Una flor...

* El amor...

* La amistad...

* Los sueños...

* Los recuerdos...

* Las palabras...

* La música...

* Los silencios...

* Visitar nuevos lugares...

* Los amores platónicos...

* Los helados...

* Dormir junto a alguien...

* Reir junto a alguien...

* Llorar junto a alguien...

* Las miradas tristes...

* Las lágrimas de felicidad...

* Observar el cielo con luna llena...

* Oir llover en la cama...

* ......

ERES ÚNICO

Mira a tu alrededor. Nadie tiene un físico fotocopiado del tuyo. Ni tu tono exacto de voz, ni tus manos, ni tu mirada. Nadie absorvió los mismos conocimientos que ahora posees, los que sólo a ti servirán para construir tu vida. Nadie vibró como tú antes aquella mirada con nombre y apellidos que un día se cruzó delante de tí. Nadie preserva en lo más profunda de su caja negra, idénticos sueños a los que tu anhelas.
La suma de tu edad, estado físico, deseos, amores, temores, creencias, ambiciones, conocimientos y gustos te convierten definitivamente en un ser único. Y si se analizan tus huellas digitales o, como gran prueba de identidad, tu ADN, la conclusión es clara: además de único eres irrepetible.El mensaje de paz y felicidad que durante todos estos días a tantos hemos expresado, es un deseo que antes de trasmitirlo a los demás nos lo tenemos que aplicar a nosotros mismos. Porque no hay paz y felicidad más contagiosas para quienes nos rodean que la que cada uno, único e irrepetible, genera consigo mismo. ¿Por qué no grabar en nuestro móvil "HOY ME DESEO PAZ Y FELICIDAD", y leerlo cada mañana? Al final, todo empieza y acaba por la actitud mental y para actitud mental, ninguna como la propia.

Los Ochenta y los recuerdos

Mi pequeño tesoro


28 de Noviembre 18.30h, nace Alejandro, es increible como te puede cambiar la vida en tan poco tiempo, como puedes querer a alguien de repente con solo mirarle un momento.

Aunque tu no lo sepas

letra y video.., algunas cosas son inexplicables a veces, pero hay gente que tiene ese don y que con 2.13minutos sabe decir tantas cosas, con tan pocas palabras....



Aunque tú no lo sepas
me he inventado tu nombre
me drogué con promesas
y he dormido en los coches
aunque tú no lo entiendas
nunca escribo el remite en el sobre
por no dejar mis huellas

y aunque tú no lo sepas
me he acostado a tu espalda
y mi cama se queja
fría cuando te marchas
he blindado mi puerta
y al llegar la mañana
no me di ni cuenta
de que nunca estabas

aunque tú no lo sepas
nos decíamos tanto
con las manos tan llenas
cada día más flacos
inventamos mareas
tripulábamos barcos
y encendía con besos
el mar de tus labios.

RIMA XXV

Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto posea:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.

Gustavo Adolfo Bécquer